
El Orango Parque Hotel es una iniciativa que pone en marcha micro proyectos de cooperación y desarrollo de las comunidades locales
Formado por 88 islas de todos los tamaños y con solo 21 de ellas habitadas, el archipiélago de las Bijagó es uno de los mayores tesoros de Guinea-Bissau. En este paraje natural está el Parque Nacional de Orango; un paraíso con hectáreas de terreno salvaje repleto de hipopótamos de agua salada, y en el que se ubica Orango Parque Hotel, un complejo que nos ofrece la posibilidad de hacer ecoturismo en este destino tan singular.
Orango Parque Hotel posee un equipo de 17 personas que trabajan en sus instalaciones – la mayoría gente local a la que se le da un trabajo y forma en el oficio. El hotel cuenta con un total de 20 plazas y es el único alojamiento en el Parque Nacional de Orango, lo que hace que sea un sitio muy exclusivo y que hace sentir al visitante afortunado por poder disfrutar con total tranquilidad de este paraíso natural.

Esta iniciativa se enmarca en los criterios del Centro Español de Turismo, responsable de promover una actividad turística respetuosa con el medio ambiente y con las poblaciones locales. Una forma de trabajar muy positiva en entornos tan alejados de la vorágine turística que impregna otros países.
No obstante, Orango Parque Hotel no es sólo un establecimiento hotelero, sino también un proyecto que gracias a la estancia de los huéspedes pone en marcha micro proyectos de cooperación y desarrollo de las pequeñas comunidades locales. Además del proyecto social, la conservación de la naturaleza y de la biodiversidad de estas islas es la principal misión del hotel.

Palmerales, bosques, playas, lagunas… El Parque Nacional de Orango es uno de los lugares con mayor biodiversidad del país y un destino ideal para la observación de fauna silvestre. Entre las decenas de especies de las que se puede disfrutar destaca la presencia del hipopótamo, un auténtico emblema en el archipiélago. No es difícil ver alguno pastando o reposando en el agua, entre las lagunas costeras y los manglares del parque.
Y es que en Guinea-Bissau todo es sorprendentemente auténtico. Este pequeño país del oeste de África, es uno de los menos conocidos y más bellos del continente. Sus costas bordeadas por manglares forman un ecosistema único que da cobijo a multitud de especies y que implícitamente contribuyen a que se demore la invasión del mar por el cambio climático. Sin duda, un paisaje único para disfrutar.
Toda una naturaleza y cultura local pura por admirar.